Un artefacto volador

Pocas palabras, grandes historias💬


Nos apresuramos corriendo al jardín para verla volar. Sus movimientos eran sutiles, elegantes y los colores fucsia, verde y amarillo se tornaban brillantes por los rayos del sol.

Una vez más, el 14 de enero, el cielo se convertía en toda una fiesta de diferentes colores y formas. Un verdadero espectáculo, según dice la tradición, para despertar a los dioses de su sueño invernal. 

Libre, ligero, sin armadura, el artefacto volador, impulsado por el viento y sujeto por los finos hilos, seguía jugando con las nubes y conversando con los pájaros en el Día Internacional de la Cometa.

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