Los sueños atrevidos del escritor novel

¿Cuándo pasas de liga y dejas de ser escritor novel para convertirte en profesional? Posiblemente, esta es una de las preguntas que muchos apasionados de la escritura nos preguntamos. Cabe indicar, que no es lo mismo ser escritor novel que aficionado. En fin, no es fácil dar respuesta a esta cuestión. Depende del número de obras publicadas, su calidad, el número de ejemplares vendidos, como diría la popular canción de Jarabe de Palo "Depende, todo depende. De según cómo se mire, todo depende".


Los escritores sueñan y sueñan mucho, obviamente, quieren llegar con sus obras al mayor número de público y conectar con lectores afines. Sin embargo, reconocer que la mayoría desea llegar a las multitudes y vivir de lo que les apasiona, sería lo más honesto. ¡No todos se atreven a reconocerlo, por humildad, miedo, el qué dirán....! ¡Pocos lo consiguen, no obstante, merece la pena morir en el intento! Escribir es trabajar duro y ser perseverante. Al igual, que cualquier otra profesión, requiere de un gran esfuerzo. Pero, cómo valorar el talento artístico y qué balanza existe para determinar el peso correcto y preciso.

Tan solo, un pequeño dato, porque a pesar de que hablamos de letras, los números cuentan. El mercado del libro llegó a facturar un 5, 6 % más el pasado año, si tenemos en cuenta las cifras del 2020. A pesar de la crisis financiera, los datos son bastante buenos y optimistas. ¿Estamos en el mejor momento para despuntar en este sector? Lo que está claro, es que los soportes digitales y la opción de la autoedición abre nuevas oportunidades para los escritores que no cuentan con el respaldo de una editorial o prefieren ir por libre.

Y, como soñar es gratis, porque no pensar en grande. Igual que las obras literarias están llenas de palabras entintadas con pasión, dosis de creatividad, mucha inventiva y, sobre todo, mucha ilusión; soñar en convertirse en una gran pluma literaria cuesta poco. Diariamente, salen muchas novelas al mercado y, entre estas, podemos descubrir nuevos talentos con trabajos fantásticos, porque en esto consiste también este mercado, en dar oportunidades a los escritores talentosos. 

Para concluir, un aspecto que no puedo dejar atrás son las críticas. Desde mi más sincera opinión, si nos pica el bichito de la escritura y sentimos esa corazonada, lo mejor es intentarlo. Al principio, costará que lleguen las oportunidades; posiblemente, nuestros lectores incondicionales sean nuestros familiares y amigos cercanos y tendremos que aceptar lo bueno y lo malo. Sin embargo, no hay que desistir, porque para ser mejor, hay que aprender y rodearse de los que saben más que nosotros. Aprender de los errores y tener una actitud positiva es el camino para fortalecernos y lograr nuestros objetivos. 

¿Soñar con ser un escritor célebre es atrevido? Sinceramente, ¡qué más da! Hacer, sentir y transitar por un camino que nos haga feliz, ya merece la pena. No hay mayor derrota que la batalla que no se libra, por este motivo, es mejor ser un escritor novel osado, con grandes sueños y desafíos, que vivir sin metas, ni expectativas e ilusiones. ¿Y si fracaso? ¿Y si lo que hago no gusta? ¿Y si no estoy a la altura? Comprar excusas, justificar el miedo y no rendirte a tu pluma, ten por seguro, que es mucho peor, que soñar y tocar el cielo.




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